19 de Noviembre: Estimados una vez más me escoltan hacía
lo pasado, disfruten de este vaivén de personajes, qué con mucho esfuerzo me
complace en realizar.
“! que excelente canción ¡Dijo
Micaela hacía su compañero Nahuel; mientras bailaban sobre una maquina en los videojuego
de Central Park.
Nahuel demostraba su talento,
al tiempo que el aparato le indicaba, movía sus pies tan rápidos con podía.
El muchacho había
desarrollado su peculiar forma de baile el verano pasado; gastando una fortuna
en monedas.
Micaela le
refirió-"¿Vos sabes quién compuso esta pieza?"
"-¡No!"- exclamó Nahuel.
"¡Ah! te voy a contar, porque ayer lo leí en
un libro-"dijo ella.
El día de la fecha, no cabe
duda que el compositor de dicha obra, habrá sonado aunque sea una vez por sus oídos.
En el caso de la anécdota antes mencionada, la viví un verano en el año 2008,
mientras paseaba por el centro de mi pueblo natal, Miramar.
Ludwig van Betthoven nació un 17 de diciembre de 1770 en el Sacro Romano Imperio Germánico, es decir lo que se conoce como Alemania. Fue un pianista, director de orquesta y compositor.
Johann el padre de Betthoven
era director de una orquesta, por lo que trató de convertir a Ludwig en un
prodigio a temprana edad.
El tutor levantaba a media
noche a Bettoven para que tocara el piano, pero solo logro que se atrasara y posteriormente
dejara el colegio. Cuando tenía 6 años comenzó a recibir clases de Christian
Gottlob Neefe, el cual lo formó con obras antiguas y contemporáneas.
Ludwig viaja hacía Austria
para tomar clase bajo la tutela de Mozart, quien en un hecho imprevisto, le fallece una gran “Amiga" su madre, por lo cual Ludwing se hizo cargo de
sus dos hermanos, esto también produjo en su padre una profunda depresión,
resultando en una ingesta elevada de alcohol.
En 1792, comenzó a padecer
sordera parcial, pero a pesar de ello continuó aprendiendo y exponiendo grandes
obras. Entre su obras preciadas, se encuentran: Primera y Segunda sinfonía,
Tercera y Cuarta sinfonía, Quinta y Sexta sinfonía, Séptima y Octava sinfonía,
e Novena sinfonía.
El nombrado tuvo un amor no correspondido,
el cual no pudo concretarse por las diferencias sociales que aquejaban la época,
nunca llegó a casarse.
Luego de años de
producciones de piezas maestras, dejó todo para sobrevivir ante su pérdida total de la audición y sus problemas
económicos.
Años posteriores
ya con 56 años ,a pesar de los cuidados de su médico , el cariño de sus amigos,
la maltrecha salud del músico, que había padecido problemas hepáticos durante toda su vida, empeoró y finalmente
el 26 de marzo de 1827 muere en Austria.
Betthoven es
la figura central de la transición entre el Clasicismo,
es decir –Época
de música culta Europea- y el romanticismo,
vale decir- período de cambios en la Literatura, Bellas Artes y Filosofía-.
Volviendo a
la anécdota vivida.
Nahuel expresó
–“Vaya, no tenía ni idea sobre Betthoven, gracias-“
Nuestro
recordado talentoso no bajó los brazos aún con los diversos problemas que lo acaecían,
Ludwig fue un artista ilustre que marcó un género dentro de la música clásica y
merece vuestro reconocimiento.
De mis
mayores deseos, y saludos.
Autor: Trigo, Leandro
Bibliografía:
Diccionario
de Biografías, Editorial Telefónica,
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